Desde hace mucho tiempo he tenido la sensación de que sé quién soy y he fluido con esa experiencia. Sin embargo, el otro día que asistía a unas clases de branding, nos hicieron esta pregunta: ¿quién soy? y me quedé atónita sin poder responder algo puntual. Toda la aireada idea que sostenía sobre saber quién soy, por un momento, se fue al piso y fue bueno porque me devolvió un sentido de humildad. Hace mucho tiempo que no me hacían esa pregunta. En muchas meditaciones me conectaba con esa noción del ser que soy y nunca necesité ponerle palabras a una experiencia que no puede ser encasillada. Sin embargo, para desarrollar ese concepto de branding tenía que poner palabras a ese «quién soy» para identificar qué y cómo las «marcas» se van a presentar a los demás. Confieso que este curso me generó mucho estrés porque, aunque hace eónes estudié administración de empresas, mi vida tomó un giro tan fuerte que me he olvidado de ese mundo empresarial y la presión en la que se vive. No me había sentado en un pupitre desde que me gradué de la universidad. De ahí en adelante, cuando continué mis estudios, todo fue o en el piso o sobre camillas así que solo de ver el pupitre entre en «culture shock» (shock de cultura). En tal caso, esta experiencia me llevó a considerar la diferencia entre el quién soy y el qué soy en la meditación que hacemos los sábados con un grupo de personas. La verdad es que tenía la intención de considerar solo el quién soy, pero al ingresar adentro siempre hay sorpresas y así surgió el qué soy. Los resultados fueron interesantes y eso es lo que comparto en el video. Puedes dejar tus comentarios o preguntas a continuación y te invito para que te suscribas en el blog y también en el canal de youtube puesto que no muy seguido publico videos, en vez de artículos, en este blog. También nos puedes seguir en nuestro facebook y twitter

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5 comentarios
  1. tal vez la relación entre esas dos variables este ligada exclusivamente al mundo físico o material, cuando evidentemente lo que mueve el mundo es una energía q a pesar de ser patente es asimismo intangible e inaprehensible, más allá asociada a lo llamado espiritual y anímico.
    Esta ligazón nos puede liberar de la importancia y carga subconsciente que se le da a esas cuestiones, cuando en realidad es irresoluble. Es un problema que no se da en el examen al final de la vida y por tanto es irrelevante.
    sin dejar de agradecer esta, la posibilidad de expresar este pensamiento, solo añadir que quien o que soy están exclusivamente ligadas a la función cerebral del pensante pero este dependerá siempre de la función del motor principal, el corazón.. la sangre y la posibilidad de cuidar del riego tras su germinación y plantación de la glándula pineal, fuente de salud bienestar y paz espiritual por el abandono de sí, aunque no el abandono de lo ligado al ámbito social que se verá enriquecido por el equilibrio físico y emocional yá descubierto y establecido.
    amistosa y atentamente reciban todo mi cariño afectuosamente.

  2. Gracias por tan excelente, expilcacion me quedo muy claro Dios te bendiga hoy y siempre te envio un gran abrazo de luz blanca y de amor fraternal

  3. Gracias

  4. Curiosamente al hacer el ejercicio, yo puse los adjetivos al «quién soy» y lo abstracto al «qué soy». Definitivamente dedicar un tiempo cada día a conectarse con uno mismo, ayuda a encontrar esta y muchas otras respuestas en la búsqueda de la felicidad.
    Gracias por ayudarnos en este recorrido!

  5. Nunca me había planteado esa diferenciación, pero justamente el otro día en un curso nos invitaron a que nos planteasemos esto para nuestra marca. Tampoco tenía respuestas y por eso me llamó la atención el nombre del post. Me ha aclarado mucho ambos conceptos así que muchas gracias y un saludo desde España.

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