Desde el año 2005 compartimos todos juntos el almuerzo. Somos 7 empleados apenas y tenemos la oportunidad de IMG-20120913-00265almorzar en el Spa. Como el almuerzo era la hora en que podíamos estar todos juntos al mismo tiempo, aprovechábamos para compartir y comentar sobre cualquier experiencia personal que merecía contarse. Este espacio empezó a tener mucha importancia pues fuimos conociendo sobre nuestras historias personales. En el grupo había una persona a la que el marido le pegaba y, un par de veces, vino sin casi poder caminar de la paliza que había recibido. Hay otra persona que tenía una relación muy desagradable con su marido y, algún momento, también recibió algún abuso físico. Era inevitable darse cuenta de algunas cosas y como son temas delicados no se exponían con facilidad. Dentro del grupo tenemos a un integrante muy ocurrido con muy buen sentido del humor y, por algún motivo, fuimos convirtiendo nuestros sufrimientos en canales de humor. Esperábamos con ansias la hora del almuerzo porque era el momento para compartir y reír. Si bien, en ciertos momentos de seriedad, nos limitábamos a aconsejar a nuestras compañeras, quitarle el peso oscuro de la experiencia a través del humor tuvo un efecto mucho más grande. Hemos visto como, al IMG-20111205-00271pasar de los años, las cosas en la vida de estas dos compañeras han cambiado para bien. En el caso de la que venía muy golpeada por el maltrato, finalmente, se separó de ese hombre y ella dio la vuelta los papeles pues antes recibía los golpes sin defensa y, con el tiempo, empezó a tomar más seguridad en ella y llegó al punto que no permitió que él la toque y más bien encontró cómo defenderse. En el caso de la otra compañera, finalmente, se divorció. De ahí hay dos personas que han tenido un «mal carácter». A una de estas dos personas la bautizamos de «führer» porque tenía la posición de mando y el genio de mando total. Hubo un tiempo que, cuando llegaba al trabajo, todos nos alineábamos y le saludábamos al estilo militar. La otra persona no le gustaba recibir órdenes de nadie y reaccionaba también con su genio de chapa, como lo decimos aquí. Han pasado varios años de nuestras sesiones de risoterapia, al medio día, y el cambio de estos 4 personajes es totalmente notorio. Nuestra «führer» hace ahora los chistes más finos y hasta se ríe de ella misma. El personaje con el genio de chapa ahora hace personificaciones de los demás y nos hace reír con sus ocurrencias. Ahora que vemos hacia atrás nos damos cuenta del beneficio que ha tenido nuestra hora del almuerzo para todos y apreciamos mucho más la posibilidad que tenemos de seguir con esto durante ell almuerzo.

Pero, ¿qué tiene la risa que puede ayudar a transformarnos? Para empezar, alegra al corazón, luego nos ayuda a no reir1tomar todo con tanta seriedad. Eso no le quita la responsabilidad de lo que hacemos con nuestra vida, sino que nos ayuda a no cargar nuestras experiencias con toda la oscuridad y el peso de un mal momento. Todos buscamos reírnos. Los programas que generan risa, tanto en televisión como en radio y otros medios alternativos como el youtube, como el novedoso caso de enchufe tv, son los que más audiencia concentran. La risa produce liviandad, es como un masaje interior que ayuda a mover toxinas. Existen estudios sobre los efectos de la risa que concluyen que hay un cambio químico en la sangre. Según una publicación en Tendencias Sociales:

«El sistema inmunológico también mejora con las sonrisas, que también ayudan a frenar las enfermedades cardiacas, debido a que, cuando una persona sonríe se suceden una serie de cambios en su psicología, que permanecen durante un largo periodo de tiempo. Esto es debido a que la sonrisa estimula la producción de las llamada beta-endorfinas, polipéptidos que actúan como neurotransmisores cerebrales, y que son consideradas como la morfina natural del organismo, puesto que tienen un efecto analgésico en las respuestas del sistema nervioso al dolor, así como se sabe que ayudan a regular el sistema inmunológico. «

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Juntos en el fútbol

Luego de 7 años de, por lo menos, unas 4 horas semanales de risoterapia, puedo confirmar que esto tiene un efecto muy beneficioso y poderoso sobre cambios sutiles y no tan sutiles en la vida de las personas. Además, las experiencias que vivimos a diario, buenas y malas, las procesamos a través del humor y luego se convierten en momentos memorables que usamos con cierta frecuencia para estimular la risa. Les voy a contar algunas experiencias que hemos vivido. Jamás será igual que escuchar a Rubén o Víctor contar con su toque de humor, pero haré lo mejor que pueda, en letras.

Hace algunos años me invitaron para ser parte de un programa de televisión. La verdad nunca me ha gustado la televisión pero, tenía que tener la experiencia para comprender por qué mismo no me gustaba y esta vivencia lo confirmó. No dispongo de una televisión hace años y, prácticamente, desde 1980 goypazdejó de tener importancia para mí. Nada ha podido reemplazar a la música, ¡qué alivio! En tal caso, soy una persona, ¿cómo explicar?, totalmente informal, sin interés por el maquillaje ni por vestirme con elegancia ni toda adornada. Busco lo simple y cómodo, pare de contar. Ahora, durante la época de este programa, tuve que padecer con el maquillaje. Hasta pestañas postizas me pusieron. ¡Qué fastidio! Un día, cuando regresé de una sesión de fotos, en la época de los preparativos para la primera temporada del programa, ya no soportaba mi cara maquillada y con esas pestañas que me molestaban cada que movía los párpados. Llegué a Serenidad y le pedí a Rubén que me ayude a desmaquillar. Él se dispuso al proceso y no sabía qué usar. Me preguntó y vi un exfoliante suspendido en mi librería. Imaginé que como eso saca la piel muerta de la cara, también podría sacarme la capa de esa cosa que me habían puesto. Así que Rubén tomó el exfoliante y nos fuimos al baño. Me empezó a poner y frotaba lo frotaba en mi cara, al rato regresé a ver en el espejo y seguía maquillada así que le dije que ponga un poco más. A los 5 minutos de esto, salí quejándome del ardor y con la cara tan roja como la nariz de Rodolfo el reno. ¡Qué ardor, por dios! Luego me enjuagué y seguía con alguna capa de pasta de maquillaje. Después, como no sabía cómo quitarme las pestañas postizas las empecé a cazar con los dedos y halar lo que pueda. Terminé no solo con las postizas afuera sino con la mitad de las mías afuera también, cosa que tenía full huecos entre las pestañas. Bueno, esto sirvió para que hagan escenarios completos, el rato del almuerzo, con las debidas exageraciones de mis gritos, la cara roja y los ojos sin pestañas que, simplemente, nos quiebra en carcajadas cada vez.

OLYMPUS DIGITAL CAMERAOtro día, Rubén y yo fuimos al cine, nos encanta ver los animé y las películas de súper héroes juntos. No recuerdo qué película sería pero fuimos a Cinemark. En el camino conversamos, como siempre y, al llegar al parqueadero, me predispuse para dar retro y aparcar el carro. Entonces, saqué la cabeza para ver hacia atrás para estacionarme adecuadamente y no sé como aplasté el botón para cerrar la ventana y la mitad de la cara se quedó afuera, totalmente atorada y sin poder moverme. Cualquiera pensaría que Rubén me ayudaría, pero el hombre estaba agarrado la barriga de lo que se estaba riendo y no hizo nada. Lo peor es que en ese estado, no podía hacer más que reírme hasta alcanzar al botón para volver abrir la ventana. Pero estos casos no son tan cómicos como algunos otros que hemos pasado.

ceciUn día, nos fuimos al almuerzo y, como siempre, dejamos cerrando las puertas de la radio y del almacén. Al terminar nuestra reunión, cada quien volvió a su oficina. Ceci suele quedarse en la cocina ayudando un rato  así que todo siguió normalmente. De pronto entra Ceci al área de las oficinas para ir a su escritorio y escuchamos un ruido enorme. Todos salimos a ver qué pasó y, total, Ceci se había estrellado contra la puerta de vidrio que ella misma había dejado cerrando. Tenía los lentes torcidos y se quejaba del dolor del golpe. Nosotros no pudimos ni ayudarla hulkporque nos estábamos ahogando de la risa. Salió de ahí enfurecida y se fue al baño para lavarse la cara. Se tomó su tiempo, pero no fue mucho. Hasta eso ya nos calmamos un poco y regresamos a nuestros puestos. En eso volvemos a escuchar un estruendoso sonido, y salimos asustados. Era la Ceci que, nuevamente, se dio contra el mismo vidrio, otra vez. Ya fue demasiado, qué le íbamos a asistir, estábamos revolcados de la risa y ella sólo dijo: ¡pensé que me iban a dar abriendo la puerta! y de ahí no le quedó más que reírse también. Pero de estas no solo ha pasado con Ceci. Cuando Víctor entró a trabajar, una vez la «führer» contaba que para algunos trámites se utiliza tinta invisible. Un día tuvo que realizar un trámite donde la abogada por una patente que estábamos sacando. Entonces, cuando él fue a realizar el trámite, se había llevado el documento sin la firma. Cuando llegó a la notaría para dejar el documento la secretaria le dijo que faltaba la firma y él, muy seriamente dijo: ¡señorita, pero si está firmado con tinta invisible! La señorita le alzó a ver con sorpresa e ironía. Con una sonrisa volvió a insistir que faltaba la firma y él se puso medio molesto y le dijo que estaba firmado con tinta invisible. En eso empezó a escuchar risas entrecortadas de los otros clientes y se dio cuenta de que no había tal cosa como la firma con tinta invisible. Así que no supo dónde meterse, cogió el documento y salió corriendo sin saber dónde meterse. Esto sirvió para reírnos un par de meses. Pero no queda ahí. Una vez que me dio una terrible lumbalgia, Víctor me llevaba a la rehabilitación. Un día le dije: «como me voy a demorar una hora, anda al Supermaxi y cómprame un cachito integral y una manzana porque no he desayunado.» Él, bien mandado fue al Super y me trajo el encargo. Al salir de la terapia, le pedí el encargo y me entregó una funda de «k-chitos» y una manzana.  Adolorida y molesta le dije: «oye, quesf, te pedí un cachito integral no una funda de k-chitos Entonces me dijo que no había, que él había ido al Super y le había preguntado al joven que pone las cosas en las perchas por los cachitos integrales y éste le dirigió a la sección de golosinas, porque oyó k-chitos. Al llegar a la sección se topo solo con k-chitos y no había integrales. Entonces preguntó a otro perchero que le contestó: «esto es todo lo que tenemos, no hay k-chitos integrales.» Víctor, con su mal genio, le dijo al joven: «cómo que no hay cachitos integrales si mi jefa compra aquí esos cachitos, señor

Entre estas y otras Pato necesitaba una revisión de sus ojos porque ya no ve. Entonces, se fue al oftalmólogo y luego de los exámenes el doctor le dijo que necesita lentes para descanso. Pues, cuál es nuestra sorpresa que viene y nos informa sobre los resultados. Le preguntamos: «¿dónde están los lentes?» y nos dijo que como son para descanso se los pone en la noche para ir a dormir. Al menos esta es la versión de los compañeros.

Otra vez sucedió que un día llama alguien al Spa, contesté yo, y esta persona preguntaba por la señora de la limpieza. Le comenté que la señora de la limpieza salió a las 5pm, y de ahí la persona preguntó que cuál era el horario en que podía hacer una cita porque quería hacerse una limpieza de chakras. Me cogió tal ataque de risa, por haber pensado que se referia a la Bacha, que tuve que pasar el teléfono a otra persona. De ahí en adelante le han fregado a la Bachita (la chica que se encarga de la limpieza del Spa) con el tema de la limpieza de los chakras. Y así, cada situación que amerita la convertimos en un medio humorístico que nos alegra durante nuestros almuerzos y el resto del día. Las experiencias más dolorosas y las más insólitas tienen cabida en este espacio que hemos creado. Las procesamos a través del humor y, con el tiempo, va cambiando la relación que cada «víctima» de la experiencia ha tenido con lo que le pasó. Esto nos ha enseñado a reírnos de nosotros mismos y ha sido, definitivamente, muy saludable para nuestro estado mental y emocional. ¡Comprobado!

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3 comentarios
  1. Saludos

  2. Jajajaja Excelente artículo, me rei mucho, me duelen los músculos del abdomen, es muy cierto la risoterapia es increíble, con mi grupo de amigos lo practicamos a veces hasta inconscientemente. De manera personal yo lo practico cuando comparto experiencias pasadas, cuando las cuento lo hago riendome, eso da un tinte diferente. Gracias por tus artículos Goy excelente!! 🙂

  3. Excelente este artículo, me ha hecho reir y también he aprendido sobre las reacciones que causa en nuestro organismo. Gracias por compartir y enseñarnos a mirar la vida desde otro punto de vista.

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