Nuestra experiencia con el amor es similar en todo el Planeta. Sentimos, deseamos, queremos, amamos en distintos grados y sufrimos cuando pasa algo con el objeto del amor. Pero, ¿Qué es el amor? Generalmente, lo asociamos con un sentimiento por alguien o algo, y ¿realmente se trata de eso? ¿Será posible que todo lo que aprendimos sobre el amor, en realidad, nos ha alejado de su verdadera esencia? Ese aprendizaje globalizado ha hecho que creamos que el amor es un sentimiento dirigido a algo externo a nosotros. Creemos que como es algo natural no tenemos que desarrollarlo. Me explico: el amor que conocemos la mayoría ha estado enfocado en una relación con otro. Amo a mis padres, a mi pareja, a mis perros, amo la naturaleza, mi casa, mis amigos. En esta ecuación no se nos enseñó el amor como una energía que podemos descubrir en nuestro interior y en la relación con uno mismo. Más bien, es un sentimiento evocado por una presencia separada y ajena a nosotros.  Eso ha hecho que busquemos al amor en otro ser, que busquemos refugios afectivos en otras personas. No es bueno ni malo, simplemente es un echo que nos ha llevado por un camino y del cual estamos viviendo sus consecuencias.

Nuestro nivel de condicionamiento psicológico es tal que no nos damos cuenta de todo lo que desconocemos sobre aquello que creemos comprender. Hemos escuchado que para amar a otro se necesita amarse a uno mismo y pensamos que con mimarnos un poquito y complacernos en las necesidades nos estamos amando y así proyectamos el amor en el otro, por encima de todo, como un sentimiento. Estamos convencidos que entendemos lo que es el amor y probablemente lo comprendemos, pero en el nivel más básico, instintivo y natural de subsistencia. Pero no, su esencia hay que descubrirla a través de un viaje de autoconocimiento y despertar.

En la década de los 90, mientras meditaba y trabajaba con los chakras para hacer un cassette (era común todavía en esa época), recibí un regalo poderoso que recién hoy, casi 30 años después, lo he comprendido finalmente. Sabía que esas sabias palabras eran verdad, sin embargo la confusión y el enfoque de vida basado en lo que aprendí no me permitían comprenderlo completamente. Este maestro ascendido me dijo durante la meditación del 4to chakra (anahata): el amor más noble y puro es la expresión de luz interior. ¿Cómo puedo saber que esto es verdad, pero no comprenderlo completamente? Esta frase la he sostenido con intriga todo este tiempo en mi “mente” sin poder asimilarlo a nivel celular (refiriéndome a una comprensión integral entre nuestros planos superiores e inferiores de existencia). Y es que sí, podemos saber, en alguna parte de nuestro ser, que algo es verdad, pero si no lo integramos queda solo como una acertada suposición.

Gracias a este regalo y otros más que sucederían mientras estaba en contacto con mi Flama Divina, me he preguntado todo el tiempo qué mismo es el amor y cómo reconocerlo. Es fácil confundir amor con deseo, con atracción, con conexión y con costumbre. ¿Desear a una persona significa que la amo? Claro, por algún lado necesitan iniciar las relaciones y la atracción es fundamental, pero solemos confundir las cosas porque simplemente no conocemos la esencia del amor.

Cuando la kundalini despertó y empezó su ascenso, tuve experiencias tan inusuales que ni siquiera entendía de que se trataban mientras sucedían. Hasta ahora sigo procesando todo lo que me pasó. Llegué a un punto de experimentar lo que era el amor incondicional. Rompió todos mis esquemas e ideas sobre el tema y comprendí su esencia. Comprendí que no era un sentimiento sino un estado de conciencia. Aún así, a pesar de la experiencia, no he sabido cómo integrarlo en mi vida mundana. Simplemente he seguido haciendo el trabajo interior con el afán de despertar, sin saber lo que eso traerá, lo que representa o significa. Ha sido un acto de fe impulsado por esa energía interior que dirige mi camino. Pensaba que habiendo experimentado y comprendido la energía del amor incondicional era, por poco, la meta a llegar pero esa parte interior me decía que era apenas el inicio y no sabía qué más había por aclarar.

Justamente, el 12 de septiembre 2021, conversaba con un amigo con el que puedo conversar sobre los temas del despertar interior y hablábamos sobre el amor, y le pregunté: ¿Qué es el amor? Y mientras elaboraba sobre la pregunta le decía que lo único que me lleva a lo que considero que es el amor es la capacidad para escuchar mi interior, sin tanta bulla, y que me lleva a honrarme a mí misma. Ese preciso momento, apareció en mi atención esta frase que me dio es gran ser hace 3 décadas y tuve la revelación sensorial que me llevó finalmente a comprender su significado. Me emocioné de tal manera que mi amigo, comprendiendo el momento, me dijo que me dejaba para que lo asimile.

Es que no se puede comparar una comprensión mental de algo con la asimilación a todo nivel (nivel celular). Atar los cabos se siente de una manera tan contundente y poderosa que llena todo el ser. Las palabras son claras y directas: el amor mas noble y puro es la expresión de luz interior. Es clarísimo, suena hermoso, suena verdadero. Sería solo cuestión de manifestar la luz interior, ¿no es cierto? Pues, justamente, ahí radica la incertidumbre del camino, ahí interviene la confusión, el condicionamiento, el autoengaño y la dependencia sensorial del mundo externo. Son casi 30 años del mensaje y he tenido que recorrer un largo duro y hermoso camino para llegar a esos segundos de claridad y revelación. Por eso sé que los cambios de conciencia en el ser humano no suceden de la noche a la mañana. Sea lo que sea siempre son consecuencia de un proceso.

Podemos decir que muchas frases, como la mencionada en este artículo, las sentimos como verdaderos pero jamás cobrarán vida ni tendrán total sentido hasta que llegue ese momento. Quisiera hacer una pequeña disección de lo que sucedió y lo que ese momento me trajo. Entendí que el poder del condicionamiento no se debe tomar a la ligera. Desde pequeños hemos aprendido, al menos la mayoría de nosotros, a vivir en función de los 5 sentidos y el mundo externo, el mundo de la materia. Esa es nuestra realidad y la entendemos como una verdad. Todo lo que hacemos de día y de noche es en función del mundo externo. El mundo interior es opacado, sometido y hasta rechazado. Como consecuencia surgen tantas enfermedades y sufrimiento que ni siquiera son considerados sino como desequilibrios biológicos, mentales u orgánicos. Si otros no ven o perciben lo que percibimos nosotros entonces es falso. La intuición es un “sentir” al que no le prestamos atención y cuando sucede lo que presentimos, decimos: “lo sabía”, pero ahí queda. Es más, el poder del condicionamiento es tan increíblemente fuerte que pensamos que somos lo que creemos y aprendimos y vivimos desde esa burbuja sin conectar conscientemente con ese yo silencioso y poderoso que reside en nuestro interior.

Entonces, ¿Qué significa ser la luz, manifestar tu luz? Para llegar a tu luz necesitas despojarte de todo ese ropaje psicológico, todos los conceptos e ideas sobre quien eres. Necesitas conectarte con la energía desnuda de tu ser. El trabajo para lograr despojarte de todo ese ropaje de identidad que llevamos todos es un trabajo gigante, una tarea de hormiga. Entendamos que todo lo que hacemos nace desde ese marco de referencia que tenemos sobre lo que creemos que somos. Nos identificamos con los demás porque ellos también aprendieron algo similar sobre la vida, sino que, cada quien, la vive desde su pequeño cuadrado mental. Einstein dijo que no se puedes obtener un resultado diferente haciendo o pensando de la misma forma. Tiene toda la razón, sino que no nos damos cuenta que estamos funcionando desde ese cuadrado mental. Medito y practico el despertar interior desde ese mismo cuadrado y por eso no avanzo en el camino. Por ende, necesitamos buscar las maneras de romper con nuestras limitaciones, aunque no sean aparentes, aunque no sepamos cuales son las limitaciones, necesitamos ofrecernos enfoques distintos utilizando las herramientas que conocemos y desarrollando adicionales. No podemos ser conformistas y quedarnos plácidamente en un espacio porque pensemos que hemos logrado claridad. El camino es larguísimo y si mantenemos la mente abierta todo el tiempo, podremos transitarla con humildad. Estos momentos de revelaciones son escasos y hay que trabajar y saber observarse para lograr tenerlos. Ojalá fueran más a menudo. Puedo decir que los 7 años que tuve contacto con mi Flama Divina, las revelaciones se dieron continuamente y fue un viaje de tal intensidad que ya pedía un recreo. Se me dio el recreo y ha sido igualmente largo. Uno no puede desmayar en el trabajo interior porque, como gotitas de agua cayendo sobre una piedra, tarde o temprano se rompe y accedemos a una visión más profunda.

En esos segundos de revelación pude notar todo lo que describo sobre el condicionamiento y la manera en que vemos en el lugar equivocado, por ende, las respuestas no son las esenciales. Esos segundos de reconocimiento abstracto en que veo lo difícil que es salir de la burbuja, la facilidad con la que nos auto-engañamos y ponemos, por encima de todo, la forma en que nos enseñaron a ver las cosas de la vida. Me quedo boquiabierta nuevamente. Las respuestas están en uno, nos dicen. Eso es cierto, pero no sabemos como acceder a ellas por el mismo motivo que no sabemos quiénes somos. La expresión de luz interior… la expresión de luz interior…. Lo sostengo como antes y sigue la pregunta: ¿Qué es la luz interior? ¿Cómo sé que lo que manifiesto viene de la luz interior y no de la ilusión del ego? Ese momento, mientras hablaba con mi amigo y que le dije que la única manera de entender el amor era honrándome a mi misma, hizo algo en todo mi ser. La respuesta estaba ahí todo el tiempo, pero no la podía ver por estar cegada por el aprendizaje. Lo esencial es invisible a los ojos, solo con el corazón se puede ver bien como lo expuso Antoine de SaintExupéry en El Principito. Una parte refundida en nosotros lo sabe, pero atar cabos y sentirlo de verdad en todo el ser no se puede describir. Es como subir un escalón en el espiral del despertar. Apenas un pasito más.

Entendí que honrarse a uno mismo no es creer todo lo que uno piensa o siente sino escuchar y sentir la energía que se mueve en uno con total atención y discernimiento. La luz es energía, es una presencia que interactúa con las distintas dimensiones de nuestro ser. Amarse, por ende, no es sentir algo por uno mismo tanto como saber escuchar y saber manifestar esa energía que toma mil formas. Amarse es quitarse del camino para que la energía de la luz circule. Quitarse del camino significa aquietar el ego que domina a través del pensamiento, las emociones y el cuerpo. El sentimiento que surge al escuchar en el silencio es muy diferente al sentimiento de amor que experimentamos por otro. Aunque existan momentos, en el amor compartido, en que se sienta la fuerza del alma, el tipo de sentimientos que evoca la revelación son distintos al deseo y al querer. Simplemente es y se deja experimentar mientras quitamos los velos de la ilusión que nos tiene atrapados.

Tanto tiempo que me cuestionaba sobre el amor, buscaba un sentimiento, buscaba sentir ese algo por mi misma como se siente cuando alguien evoca el brillo en tus ojos, pero descubrí que es mucho más que un sentimiento, es un acto que se da de forma natural cuando se aprende a ver y escuchar el interior. Al igual que la experiencia del amor incondicional, es un estado de conciencia. Cada paso en este camino se siente como un inicio. En el video cuento algunas cosas adicionales relacionadas con el artículo. Gracias por leer, por mirar, por compartir y comentar.

© 2021, Goy Paz- Derechos Reservados, solicita permiso a la autora si deseas usar partes del material.

5 comentarios
  1. Hola,
    Puntualizaciones que haces en tu artículo como:»no nos damos cuenta de todo lo que desconocemos sobre aquello que creemos comprender.» o » los cambios de conciencia en el ser humano no suceden de la noche a la mañana. Sea lo que sea siempre son consecuencia de un proceso.» o «muchas frases, como la mencionada en este artículo, las sentimos como verdaderos pero jamás cobrarán vida ni tendrán total sentido hasta que llegue ese momento.» ademas del excelente contenido sobre el amor a uno mismo, me han hecho subir el mas importante escalón en mi larga búsqueda de respuestas.
    Te comentaré si el creer comprender ahora lo que es amarase a uno mismo me ayuda a lograr mi anhelada paz interior.

    Felicitaciones por tu excelente trabajo

    • Muchas gracias, es bueno saber que el aporte ayuda a reflexionar. Recuerda que la paz interior también es un estado de conciencia. Abrazo.

  2. «Vosotros sois la luz del mundo; una ciudad asentada sobre un monte no se puede esconder. Ni se enciende una luz y se pone debajo de un almud, sino sobre el candelero, y alumbra a todos los que están en casa. Así alumbre vuestra luz delante de los hombres, para que vean vuestras buenas obras, y glorifiquen a vuestro Padre que está en los cielos.»…Mat. 5:14
    Ahora entiendo a que se refería Jesús, a que luz y cómo debemos ser luz…Gracias Goy, un mensaje con una experiencia que no tiene palabras, ese es el amor indefinible.
    Erik Froom, en su libro EL ARTE DE AMAR, dice que el AMOR descansa y se inicia sobre cuatro pilares: CUIDADO, RESPETO, RESPONSABILIDAD Y CONOCIMINTO, ¿a quién? a uno mismo y luego a los demás, ya que nadie da lo que no tiene. Y continúa diciendo que en una sociedad consumista como la nuestra, enfocada a lo mundano, el AMOR no tiene cabida.
    Y tu lo complementas con este hermoso mensaje. Gracias, me ha servido de mucho.
    PRIMER MANDAMIENTO: AMAR A DIOS SOBRE TODAS LAS COSAS Y A TU PRÓJIMO COMO A TI MISMO. Éste mandamiento comienza por uno mismo y termina en la DIVINIDAD

    • Gracias por el mensaje. No sé si entiendes inglés. Si lo entiendes te sugiero mirar este video: https://fb.watch/875OTzre5F/
      Si no entiendes inglés, lo interesante sería reflexionar sobre este Dios que mencionas, qué es? quién lo creo? Porque parece ser parte de nuestro condicionamiento colectivo, sin embargo, hay muchas tradiciones espirituales, en las que se veneran muchos dioses, otras como el budismo que no venera ni uno ni varios dioses. Al parecer nuestro concepto de Dios, heredado por la religión, es otra construcción de las necesidades humanas, al menos tal como se lo transmite en las religiones monoteístas. Darse cuenta de eso puede ayudarte a lograr la propia realización de tu divinidad, pues este ultimo concepto también esta adornado por la herencia de creencias…. se lo comprende cuando se logra esa realización. Abrazo

  3. Felicitaciones. Muy bueno.

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